Este curso 2016-2017
ha sido el más doloroso de mi vida política, pero además dejando aparte el
fallecimiento de mi hermano y padres, ha aportado también un golpe personal
fundamental.
Tanto Jordi Mota,
fallecido el 19 de diciembre de 2016, como ahora el de Juan Masana el 12
septiembre de 2017 eran personas (no solo hombres), amigos, camaradas, cuya
ausencia me ha dejado realmente abatido.
Pero no quiero aquí
centrarme en mi dolor y el vacío que dejan en mi vida, dado que lo íntimo y
personal no debe escribirse sino sentirse, pero si exponer el tremendo problema
que sus ausencias representan para el Nacionalsocialismo.
Ambos tienen una
característica fundamental en común: la fidelidad al Nacional Socialismo y su
oposición a toda esa marea de traidores, estafadores y mentirosos que asolan
nuestros medios.
Juan Massana era una
persona de una pieza, sin concesiones ‘tácticas’, ni por tener ‘relumbrón’, ni
para cobrar por luchar sino pagando por ello, sin pedir votos ni pactar con
basura, sino con la fidelidad como único principio.
Era de aquellos pocos
con una familia unida, su esposa Carmen fue un fiel miembro del Frente Femenino
de Cedade y seguía unida totalmente con Juan tanto en la lucha como en el
matrimonio.
Militante activo,
asistía continuamente a los actos de Devenir Europeo. Wagneriano convencido habíamos
juntos logrado la primera traducción desde el alemán del libro de Hans Severus
Ziegler “Adolf Hitler descrito desde mi experiencia”, sobre la relación de
Hitler y el arte, libro fundamental que desde luego editaré en el 2018. Era
miembro también de la Associación Wagneriana de Barcelona y de otras
asociaciones wagnerianas.
Militante de Cedade
ya cuando estábamos en el local de la calle Ciudad, era pues uno de los pocos
viejos camaradas de Cedade que aun seguía fiel a la lucha y al estilo.
Hace un tiempo,
cuando algunos ‘ex’ trataban de montar un chiringuito ‘busca-votos’ a base de
aliarse con sionistas, proxenetas y basura varia, Juan Masana, indignado, me expuso
una frase que me ha quedado grabada para siempre, y que le dije que debería ser
una sentencia ’evangélica’ para todos los jóvenes militantes:
“Quizás no logremos cambiar al mundo, pero al menos no
dejemos que el mundo nos cambie a nosotros”.
Tenía un humor cínico genial, me reía
mucho con él cada vez que hablábamos, y eso no tiene precio, el humor es la
mejor forma de abordar actualmente el desastre, no solo de la sociedad sino de
nuestros propios medios.
No era de los que callaban ante las
miserias que veíamos, no aceptaba ceder por ventajas. Hablaba con sinceridad,
lo que pensaba. Recuerdo que me comentaba una frase de Mota, que luego he
comprobado que está en sus obras completas: “Seamos
honestos en nuestros planteamientos ideológicos, si decimos lo que no pensamos,
acabaremos pensando lo que decimos”.
En los últimos años
se dedicó a montar un blog donde poner textos éticos, artísticos, de pensamiento
pero dentro de un estilo, se llama 'Filosofía Disidente' http://filosofiadisidente.blogspot.com.es/
Las nuevas
generaciones de camaradas Nacionalsocialistas no van a poder tener el ejemplo y
las enseñanzas de Mota y Massana, y eso si es grave, tanto que casi les diría
que no siguieran mirando a los llamados excedades, sin ellos dos es mejor que
no se fien ya del pasado y miren de generar por sí mismos un nuevo futuro fiel
y ético.
La falta de Mota y de
Massana me afecta más que las traiciones o falta de estilo de muchos. Porque
enemigos y miserables hay a millones en este mundo, pero personas de una pieza,
que tras años y años hayan permanecido fieles, éticos, de esos hay muy pocos.
Se podría hablar
mucho más de su vida y lucha pero lo resumiré:
¡Te voy a echar mucho
de menos, Juan!.
R. Bau.
Dos Fotos pocas veces vistas:
Massana, detrás de Mota, bajo la Cruz, en el
Día Nacional de Cedade en el Valle de los Caidos.
Massana al lado de Mota, en el Dia Nacional de Cedade del Castillo de Orpi.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
No hay comentarios.: