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MANIFESTACIONES IDEOLÓGICAS DE LA TERCERA POSICIÓN EN COLOMBIA (CONFERENCIA)


Introducción

En una Colombia azotada por las guerras civiles, la desigualdad, la violencia y lucha por el poder entre conservadores y liberales, se alzaron las voces de hombres que aún creían en el desarrollo social y el poder del pueblo como nación por encima de la república y el país político, representado por aquellos quienes solo ansiaban el poder y poco o nada sabían qué hacer con él para generar progreso, a excepción de métodos para llenar sus bolsillos, desangrar el país y generar más desigualdad y confusión.

A pesar de los diversos intentos por cambiar la realidad del país, sólo un momento en la historia fue clave para cambiar el rumbo de las cosas y darle a la nación un respiro, donde el factor humano y el valor del trabajo se sobrepusieron al interés por el poder, generando crecimiento, igualdad, educación, desarrollo y más importante aún, identidad a un pueblo que se aferró al trabajo en equipo, y creyó en sus capacidades para hacer de Colombia un lugar mejor y luchar por ello.

Éste ensayo no pretende discutir acerca de las masacres, crímenes y otras aberraciones que se llevaron a cabo en éste país sólo por codicia y poder. Lo que se busca a través de él, es exponer un ideal que tomo fuerza en diferentes momentos de la historia y que acá en Colombia, aunque por un corto periodo, demostró que tenemos la capacidad de superarnos como seres humanos y de fortalecer nuestra nación unidos en pro de una verdadera calidad de vida, en una sociedad justa y reflexiva.


Contexto

Ha sido Colombia un país de emociones vivas y de luchas interminables, entre hombres convencidos por un ideal que, según ellos, les traerá paz, desarrollo y estabilidad en sus vidas. 

Las pasiones fervientes de seguidores del partido conservador y liberal, trajo a Colombia miles de muertes, cegados por el fanatismo y la creencia ciega de un discurso que haría de Colombia un gran país. Nos demuestra entonces el sentimiento más profundo de un pueblo que ama su nación y que equivocado o no, lucha por lo que considera mejor para su país. Esto es muestra del sentimiento nacionalista que se vivimos cada uno de los hijos de ésta nación.

A partir del 45 bajo el mandato del presidente Alfonso López Pumarejo, los gremios empresariales tomarían fuerza para dirigir el curso económico del país, intervenidos por el Estado, lo que generó un gobierno de poder compartido donde los empresarios y la oligarquía influenciarían en el rumbo de la nación. Claramente las disputas civiles y la violencia constante siguieron generando en Colombia una división en el pueblo y así mientras el país seguía desangrándose, las compañías empresariales buscaban la libertad de decisión sobre el estado a través de las corrientes corporativistas.

 Jorge Eliecer Gaitán, en su deseo por cambiar la realidad de Colombia, buscó solución a las problemáticas sociales de la época por medio de la izquierda, lo que no dio frutos y por ello continuó su lucha como representante liberal. Él sabía muy bien que la solución al problema que aquejaba al país residía en el pueblo y en la lucha popular, pues es éste quien con sudor, trabajo y esfuerzo entrega su alma a la nación, con esa entrega, amor, fe y devoción tan característicos del nacionalismo. Para Gaitán Colombia se dividía en dos, el “país político” y el “país nacional”, el primero representado por la oligarquía y la aristocracia, el segundo por la clase baja, el pueblo, los agricultores y el obrero. 

Según Gaitán el “país nacional” debe sobreponerse al político y emprender reformas que conlleven a la igualdad, al desarrollo económico, al reconocimiento laboral y a la satisfacción de la nación, apoyándose del “país político” y así restaurar la verdadera democracia, puesto que no se halla justo que unos pocos tomen decisiones egoístas en nombre de toda la nación. 

“Yo me he presentado a la plaza pública y la gente se ha aglomerado a escucharme, sin previa propagandas, sin recolecciones de dinero, sin halagar las bajas pasiones. ¿Por qué? Porque yo digo lo que quieren escuchar. Porque yo estoy interpretando lo que cada uno piensa y no se atreve o no puede decirlo. Porque mi sensibilidad es el conjunto de la sensibilidad colectiva. Si yo tengo fe en el triunfo definitivo no es porque me atribuya virtudes mesiánicas ni porque me crea un gran creador de opinión. Es porque el pueblo quiere moral, ambiciona otras rutas para su destino. Y esto está en la conciencia popular. Eso no se crea, Eso no se improvisa”.

Como de costumbre, en un país manipulado por la aristocracia, usurera, codiciosa y violenta, los hechos de transformación social y el sueño de una nación se fueron a pique con la muerte de Gaitán el 9 de abril de 1948. En consecuencia el pueblo se lanzó a las calles a luchar contra la oligarquía, el gobierno, conservadores y liberales con el sueño de cumplir el proyecto inacabado y dar fin a la situación precaria y económica que estaba viviendo. Sin embargo, las protestas y la desigualdad no cambió, incluso hasta hoy nuestros días, Además la lucha no acabó ahí.

Laureano Gómez Castro presidente (conservador) de Colombia entre 1950 – 1951 era partidario de los movimientos nacionalistas y fascistas en Europa, antes y durante la segunda guerra mundial. Se destacó por su capacidad para la oratoria y se encargo de divulgar sus ideales a través de la prensa. Siendo éste muy conservador y radical con su postura e ideal, generó diversos descontentos entre los movimientos comunistas y tradicionales en Colombia, el liberal y el conservador que ya se encontraba con divisiones internas, el Alzatismo liderado por Gilberto Alzate Avendaño con ideal pro militarista, el Ospinismo quienes abogaban por un nuevo gobierno a manos de Mariano Ospina y los postulados autoritarios de Laureano Gómez, lo que ocasionó bastantes disputas entre ellos. Éstos descontentos propiciaron diversas guerras civiles que marcaron la nación.

Debido a una fuerte enfermedad cardiaca delegó la presidencia a Roberto Urdaneta quién estuvo en el poder hasta el 13 de junio de 1953. Laureano Gómez descontento con la promoción otorgada a Rojas Pinilla por Mariano Ospina como director general del ejército, pidió a Rafael Urdaneta que le destituyera basado en su inclinación política, éste se rehusó y así pues retoma su mandato como presidente y destituye a Rojas Pinilla y nombra al general Régulo Gaitán Patiño como el nuevo comandante de las fuerzas armadas. Gustavo Rojas Pinilla no aceptó la decisión del presidente y en la noche del 13 de junio de 1953 ordena la detención del General Gaitán, Ordenes que se hacen efectivas inmediatamente, después de ello se dirigió a la sede del gobierno y le pide a Urdaneta que vuelva al poder con el apoyo de las fuerzas militares, propuesta que es declinada y con el apoyo de los Ospinistas y Gilberto Alzate Avendaño, Rojas Pinilla se toma el poder a través de un golpe de estado.


Gustavo Rojas Pinilla


“Paz, justicia y libertad para todos los colombianos”

“La Patria no puede vivir tranquila mientras tenga hijos con hambre y desnudez”

Gustavo Rojas Pinilla fue presidente aplaudido por los diferentes sectores del país a excepción de los partidos comunistas y en el mismo año de electo genera mecanismos para la desmovilización de guerrilleros liberales. Rojas Pinilla enfocó su mandato en el desarrollo del país a través del desarrollo de obras públicas y la educación.

Durante su mandato se construyeron vías de comunicación, obras de infraestructura, escuelas, colegios, y aeropuertos. Se crea el SENA, la Universidad Pedagógica de Colombia, bancos ganadero y popular, el hospital militar, plantas de leche en Chiquinquira, la construcción del observatorio astronómico, introdujo la televisión a Colombia con programación educativa, automatizó la telefonía en el campo y la ciudad. Terminó el ferrocarril del Atlántico, construyo el aeropuerto el dorado, y pavimentó la mayoría de las troncales del país. Uno de sus aportes más destacados es el reconocimiento de los derechos políticos de la mujer en 1954 permitiendo la participación y el sufragio.

En agosto de 1954 es re electo para la el periodo 1954 – 1958, sin embargo su mandato se ve obstruido por la oposición de los Laureanistas y de la izquierda, manifestada en huelgas bancarias, marchas de estudiantes y disturbios.


El MAN

El MAN (Movimiento de Acción Nacional) fue la propuesta de un primer tercer partido Colombiano por Gustavo Rojas Pinilla, el cuál pretendía hacer frente al bipartidismo (liberales y conservadores). Con un pensamiento político - popular, estaba conformado por conservadores, liberales, socialistas no comunistas, entre otros, con un sólo fin, unir esfuerzos y dar lo mejor de cada uno por una Colombia grande. El MAN se resistía al modelo liberal de desarrollo, a la dirección de élite del conservatismo y al comunismo internacional. 

Era entonces una alternativa para acabar los odios entre los colombianos y preocuparse más por el desarrollo sano del país, una economía estable y una Colombia justa, que se levantaría con esfuerzo, trabajo y sacrificio.

Carlos Vega Duarte presidente del MAN, era abogado de la Universidad Externado de Colombia, fue director de Parcelaciones del Banco Agrícola Hipotecario, desde estudiante se propuso fundar el Partido Nacionalista. Alcanzó a llegar al Congreso de la República, fue gestor de la fórmula de una Asamblea Nacional Constituyente como necesidad nacional y como sitio adecuado para que los partidos restablecieran su diálogo e hizo parte de la Comisión de Estudios Constitucionales CEC durante el gobierno militar. Forero Benavides decía de Carlos Vega Duarte “Los liberales contamos con usted y con toda la juventud conservadora en la tarea de hacer vivible la República. Tenemos una misión y bases sencillas y obvias en las que podemos estar de acuerdo: levantar el nivel económico y moral del pueblo colombiano, proscribir todas las formas de violencia, darle un contenido racional a nuestras diferencias de partido, convertir esas grandes fuerzas, que son rachas, en poder constructor y organizado, hacerle al pueblo una reparación completa: impedir que se reanude la política del despojo de los vencedores sobre los vencidos; secundar la tarea de la reconstrucción tramo por tramo y liquidar el pasado, haciendo un corte de cuentas con el horror. Resurgir en fin a una vida nueva, a cuya vera queden abandonados y en rezago, el odio, el fanatismo, la intolerancia, la exclusión, que la noche quede atrás” 

Abelardo Forero Benavides (Liberal) y José Felix Vallejo, aunaron fuerzas para apoyar la reconciliación del gobierno y la nación. Se preocupaban por explicar con detalle los pasos del MAN, de forma concisa al pueblo y que ésta fuera entendible a través de medios seriados como periódicos. (Pensarse el país desde lo Nacional y no desde los partidos). Vallejo a su vez enfatizaba en la necesidad de intensificar “el desarrollo y formación de una genuina cultura cívica”. Para él la mayor parte de los males que azotaban al país se debían a una deficiente educación política. Además postulaba que las cabezas lideres de un movimiento deben siempre ser reflexivos y críticos pues “Aquellos cultos y sugestivos postulados al caer en manos de los agitadores pasionales, se truecan en armas agresivas, que en la lucha por el poder, entendido este como nuevo botín de guerra, siembran la fatalidad, el crimen, la desolación y la ruina”. Para el mancista nada tenían que ver con la violencia los dirigentes de los partidos: “Casi siempre los prospectos de gobierno es decir los planes de administración, salen limpios de toda escoria, de toda pasión y toda ira, de las inteligencias y de las conciencias de los grandes dirigentes de los partidos tradicionales. Pero al tratar de traducirlos en su función práctica, gentes aviesas y menos cultas, compro-metidas en que la lucha sea sectaria y violenta, tergiversan los principios y los contenidos de aquellos postulados ilustres y se dedican a darle una interpretación acomodaticia, virulenta y explosiva”

El MAN una alternativa a los partidos políticos tradicionales, proponía entonces una reflexión constante del actuar político de Colombia, donde el pueblo con su voz, voto y acción emprendiera un camino de rectitud y justicia, llevando el país a sobreponerse por encima de la guerra y el odio, evitando el fanatismo y sí una constante formación civil como principal base para una sociedad equitativa y critica. Sin embargo a causa de los ataques constantes de partidos comunistas, conservadores Laureanistas, protestas promovidas por la oligarquía y aristocracia, el mandato de Rojas Pinilla se vio en la cuerda floja y posteriormente el MAN cayó, y fue entonces durante un breve tiempo y como propuesta para rescatar los valores morales y virtudes de Colombia que Rojas Pinilla intenta nuevamente retomar las riendas del país con la creación de la Tercera Fuerza.


La Tercera Fuerza

Tras la caída del MAN y como último intento de tener un respaldo popular para su gobierno, Rojas Pinilla crea un movimiento denominado la Tercera Fuerza, un movimiento militar – popular que denominaba Rojas Pinilla como “el binomio perfecto”. No se consideraba un movimiento para confrontarse con los partidistas, así lo indicó Rojas Pinilla: “Yo he sostenido que no es un tercer partido. Los conservadores pueden continuar siendo conservadores y los liberales, liberales” .Tercera Fuerza fue presentada por los medios locales y nacionales que aún apoyaban el mandato de rojas, como un movimiento nacido desde abajo, por tal motivo en su proclamación se invitaron sectores y organizaciones populares.

La Tercera Fuerza permitió la vinculación de jóvenes al mundo político, lo que permitió una renovación generacional.

En 1957 Rojas Pinilla instala una asamblea constituyente con el objetivo de lograr una reelección para el periodo de 1958 – 1962, sin embargo toda la oligarquía y burguesías industriales accionaron y se opusieron a tal acción, esta oposición se conoció como el frente civil y su objetivo principal era derrocar el régimen militar, además hay que sumarle la unificación de los partidos conservadores (Laureanistas principalmente) y liberales, con el fin de quitarle el poder a Rojas Pinilla, suceso que se hace efectivo y a través del cual se llega al acuerdo de repartirse la presidencia con cada mandato, consecuencias que aún vivimos al día de hoy, donde el poder pertenece siempre al mismo circulo. A pesar de la derrota de Gustavo Rojas Pinilla, gran parte del pueblo siguió firme en su convicción y en medio de su fe y lucha se formó la ANAPO.

Conclusión

El nacionalismo en Colombia está latente en cada uno de nosotros, el interés constante por mejorar nuestra vida, la crítica al mal gobierno y el sueño de un país justo. Sin embargo vivimos épocas muy difíciles, épocas de individualismo, donde la libertad se concibe como el querer, poder, y hacer lo que nos venga en gana sin importar los otros. Trabajamos y estudiamos por mejorar nuestra calidad de vida y obtener el sustento del diario vivir, pero aquellos que arduamente laboran por cultivar la comida que tanto necesitamos, son tiranizados, se les vulnera sus derechos y no son reconocidos. Se nos ha hecho todo tan normal que ya no luchamos y permitimos que los demás tomen decisiones por nosotros. Necesitamos hacer revisión de nuestra historia, aprender de los errores, conocernos y fomentar nuestra identidad, herencia y tradición porque un pueblo que sabe quién es, es un pueblo que sabe dónde ir.

Bibliografía

Las confluencias .- pg 6. En : El movimiento de acción nacional (MAN). Movilización y confluencia de idearios políticos durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla / César Augusto Ayala Diago .-

El Colombiano (2002). Nuestra Colombia: 200 años de vida nacional. Colombia : El Colombiano.

In: El Espectador ; Comfenalco Antioquia. Departamento de Cultura y Bibliotecas. Hechos y personajes del siglo XX. Colombia : Comfenalco Antioquia. Departamento de Bibliotecas. 150 p.: il. 

1 comentario:

  1. Muy buena revisión sobre el legado que nos dejó Rojas Pinilla, la esperanza de tener un país gobernado por nuestros ideales y nuestro nacionalismo, en vez de una elite que año a año se burla de nosotros y vive a nuestra costa.

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